Al igual que ocurre en los humanos, el hipertiroidismo es una enfermedad que también sufren los gatos, sobre todo los de mediada y avanzada edad, en la que se produce una cantidad demasiado alta de hormona tiroidea.
La Asociación Americana de Veterinarios Felinos ha estimado que dicha enfermedad de la glándula tiroides afecta a uno de cada diez gatos adultos pero, al igual que ocurre en humanos, con un tratamiento adecuado, el felino podrá llevar una vida perfectamente normal.
Es una enfermedad muy seria y que debe de ser tratada a tiempo dado que las hormonas tiroideas regulan muchos procesos del cuerpo y al producirse en exceso, pueden causar serios problemas de salud al sistema nervioso, circulatorio y multitud de patologías.
Sintomatología
Uno de los síntomas más comunes, más llamativos y propios de la enfermedad es la continua pérdida de peso que experimenta el animal a pesar de estar comiendo normal o incluso en cantidades más elevadas. Sólo hay un 10% de gatos con hipertiroidismo que presentan problemas de falta de apetito.
Esto es debido a la aceleración que se produce del metabolismo en pacientes con hipertiroidismo. Lo que ocurre es que el animal está quemando energías a un ritmo mucho más rápido del habitual y de ahí que toda la comida ingerida y por consiguiente aporte calórico, lo queme a un ritmo mucho más rápido. Al gastar más energía de la ingerida se va perdiendo peso continuamente.
En un felino con hipertiroidismo también es muy normal que beba más agua de lo habitual y por consiguiente orinará más, estos síntomas son fáciles de detectar dado que la comida o el saco de pienso se terminará pronto, la caja “ su baño “ estará más sucia de lo habitual o incluso es muy posible que le veas bebiendo agua de cualquier sitio que nunca lo hacía porque al gastar tanta energía estará muy sediento casi siempre.
Otras de las señales típicas de esta enfermedad son: hiperactividad (da igual la edad, incluso en gatos con avanzada edad), maullidos constantes, taquicardias, pupilas dilatadas, irritabilidad, agresividad, diarrea y vómitos (estos se producen por aumento de la motilidad digestiva), problemas renales, neurológicos o hepáticos
También suele notarse en su pelaje, como ocurre en otras ocasiones en las que un gato está enfermo, su pelo no lucirá tan bonito y brillante como siempre.
Al igual que en otras enfermedades, existen pacientes aparentemente asintomáticos, pero siempre suele detectarse en algún síntoma, la pérdida de peso es la más común y visible.
¿ Cuales son las causas de la enfermedad ?
En el 97% de los casos, las causas de hipertiroidismo felino es un crecimiento benigno de la glándula tiroidea, y sólo el 3% restante se debería a la existencia de un tumor maligno. Se relaciona el desarrollo de la enfermedad con determinadas dietas bajas en yodo.
Para diagnosticar hipertiroidismo, al igual que en seres humanos, hay que realizar un análisis de sangre en el que se mide la hormona tiroidea en sangre (tiroxina o T4).
¿ Cual es su tratamiento ?
El hipertiroidismo felino se puede tratar de diferentes maneras:
Por medio de la alimentación, con medicación, con intervención quirúrgica o con yodo radiactivo, cada una de ellas tiene sus pros y sus contras, por supuesto tiene mucho que ver el grado de hipertiroidismo en el que se encuentre el animal y dependiendo del mismo se procederá a uno u otro tratamiento.
Las intervenciones quirúrgicas normalmente se dan en casos muy avanzados y donde la salud del animal se vea que corre riesgo o bien se aprecie que no van a tener éxito los tratamientos anteriores.
En un caso leve o moderado, basta con administrar al felino un tipo de pienso restringido en yodo, lo que ayuda a regular la producción de esta hormona y con el tiempo se le irá regulando, pero sería igual que seguir un tratamiento, es decir, en el momento que se deje de tomar, dejaría de tener efecto.
- La segunda opción consiste en la administración de un fármaco antitiroideo oral (normalmente en pastilla o jarabe), el cual impide la producción excesiva de la hormona tiroidea. Esta opción es mucho más económica y menos agresiva pero no es curativa y es un tratamiento que se debe seguir de por vida.
- La tercera opción de las mencionadas es la intervención quirúrgica, la cual consiste en extraer directamente la glándula tiroides. La intervención puede curar al animal pero hay que tener en cuenta que durante la cirugía se pueden dañar la glándula paratiroides, encargada de regular el nivel de calcio, o algún nervio periférico.
- La cuarta y última opción para el tratamiento, es aplicar inyecciones de yodo radiactivo, el cual destruirá las células tiroideas afectadas por el mal funcionamiento ( es un tratamiento costoso y difícil de realizar en España).
Como hemos comentado al principio del reportaje, tanto la enfermedad, los síntomas o incluso los tratamientos (con alguna excepción), son muy similares a los que se hacen para tratar la misma enfermedad en seres humanos.
Si se empieza a notar alguno de los síntomas mencionados con anterioridad, lo mejor es pedir cita en cualquiera de nuestras clínicas y hacerle una revisión, hoy día el hipertiroidismo es una enfermedad sencilla de tratar, pero a su vez, es una enfermedad que puede derivar en problemas muy graves para nuestro peludo amigo pudiendo llegar a causarle la muerte por las posibles enfermedades que se ocasionan con el mal funcionamiento de la glándula tiroidea, desde ataques cardiacos, cerebrales etc.