Todos sabemos que con la llegada del verano y las altas temperaturas, tanto humanos como mascotas sufrimos los efectos del calor.
Al igual que en los humanos, los golpes de calor son más frecuentes en animales con cierta vulnerabilidad como en los siguientes casos:
- Las mascotas de edad más avanzada.
- Las mascotas que tienen sobrepeso.
- Las mascotas que sufren problemas respiratorios o de corazón.
- Mascotas que tienen “hocico chato” (braquicéfalos).
- Mascotas que no tienen acceso a agua fresca o sombra.
Por supuesto los golpes de calor se pueden dar en mascotas que no tengan el tipo de patologías que hemos comentado y la mejor manera de evitarlo es la prevención; es muy importante reconocer y detectar los siguientes síntomas a tiempo:
- El animal está confuso, tiene ansiedad y muestra aturdimiento.
- Saliva excesivamente; presenta fuertes jadeos y gemidos, encías muy rojas.
- Tiene la piel muy caliente al tacto o incluso tiene convulsiones.
- Le aumenta el ritmo cardíaco.
- Presenta diarrea.
- Se tambalea y se cae.
- Se tumba y no puede levantarse.
En el caso de que detectemos que nuestra mascota está sufriendo un golpe de calor ¿qué debemos hacer?
Lo primero, aunque no estemos seguros pero detectamos que nuestro peludo amigo no está bien, es llamar a nuestra consulta veterinaria más cercana, explicar el caso y pedir cita previa para que lo examinen.
En el caso de que nos sea imposible acudir a nuestro veterinario, lo principal y lo primero, es bajarle la temperatura corporal (nunca de forma brusca) y para ello podéis seguir los siguientes pasos:
- Refrescarlo con agua del tiempo, en ningún caso agua muy fría porque el cambio de temperatura sería muy brusco. Al igual que con las personas, se pueden usar paños húmedos.
- Colocarlo cerca de un ventilador o darle poco a poco aire con un abanico o similar; no es muy recomendable el aire acondicionado salvo que la temperatura del mismo sea agradable y no de un frío extremo.
- Darle cubitos de hielo para que los chupe: es una opción muy buena; él poco a poco irá lamiendo y mordiendo como si de un helado se tratara.
- La continua hidratación es un factor esencial: en el caso de que los cubitos de hielo no le hayan gustado mucho, hay que ofrecerle agua fresca constantemente.
- Otra forma muy efectiva para regular su temperatura es humedecer sus almohadillas a la vez que el hocico, la cabeza, cuello y axilas.
Una vez que se ha conseguido regular su temperatura, es el momento de llevarlo sin falta al veterinario si aún no lo hemos hecho para comprobar que el golpe de calor no le ha afectado a ningún órgano. De lo contrario, aunque parezca que nuestra mascota ya se encuentra bien, puede sufrir cualquier tipo de problema interno y no nos daríamos cuenta hasta que ser demasiado tarde.
¿Por qué debemos reaccionar rápidamente si detectamos que nuestra mascota tiene un golpe de calor?
Porque de no actuar a tiempo, nuestra mascota pude sufrir los siguientes trastornos derivados del golpe de calor sufrido:
- Daños cerebrales
- Daños musculares
- Daños pulmonares
- Daños en el hígado
- Inflamación de las vías respiratorias
- Problemas de circulación
- Pérdida de sales y glucosa
- Insuficiencia renal y hepática
- Edema cerebral
- Hemorragia gastrointestinal
- Por desgracia, en los casos más graves puede derivar incluso en la muerte de nuestro pequeño amigo
¿Cómo prevenir los golpes de calor en nuestras mascotas?
Si seguimos las siguientes pautas todo lo anterior lo podremos evitar, simplemente debemos de tomar una serie de precauciones:
- No debemos dejar nunca a nuestra mascota sola en el coche (la temperatura interior en un coche durante los meses de verano llega a multiplicarse seriamente en el interior del vehículo; si fuera hay 40º, dependiendo de varios factores puede incluso aumentar hasta 10º o más)
- Si nuestra mascota tiene pelo largo, sería bueno informarse sobre qué cuidados específicos requiere su tipo de pelo.
- Siempre debe de tener agua fresca a su alcance. Es muy normal que en los meses de verano el agua del bebedero se caliente o ensucie, por eso es tan importante que la tenga siempre a su alcance y lo más fresca posible para que a la vez que se hidrate, la temperatura de su cuerpo se vaya adaptando.
- En el caso de tener un patio o terraza amplia, es muy recomendable ponerle una pequeña piscina para que juegue y cuando tenga calor se bañe; no es necesaria una piscina grande, simplemente una de niños hinchable que le sirva para remojarse de vez en cuando, aunque por supuesto todo depende del tipo de mascota.
- Si tu mascota es de las que se pasa mucho tiempo en el exterior, fíjate que en todo momento tenga un lugar o lugares donde pueda estar resguardado a la sombra.
- Al igual que para los humanos, las mejores horas para salir a pasear son a primera hora de la mañana y/o última hora de la tarde al ser las franjas que menos calor hace.
- Llevar siempre encima algo que refresque; en el caso de neveras para la playa llevar hielos o cualquier tipo de accesorios que le pueda refrescar en determinado momento.
- Y por supuesto, una vez más, al igual que con los humanos, hay que evitar que haga cualquier tipo de esfuerzo físico con altas temperaturas.
Siguiendo todas estas recomendaciones, nos evitaremos un disgusto innecesario y podremos disfrutar del verano con nuestro mejor amigo.
En el caso de que notéis cualquier síntoma de los mencionados en este post podéis poneros en contacto con cualquiera de nuestras Clínicas Asociadas Veterland , así nuestro equipo de profesionales podrá atender a vuestro pequeño amigo lo antes posible.
También queremos recordaros a los que tenéis pensado salir de vacaciones, que antes de hacerlo paséis por vuestra clínica más cercana para hacerle un chequeo a vuestra mascota y así poder salir de viaje tranquilamente sabiendo que todo está bien.
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