Según un estudio realizado en Reino Unido y publicado en la última edición de Vet Record , uno de cada cuatro cachorros de perro es adquirido antes de la edad mínima recomendada.
Este hecho no es algo que sólo ocurra allí, en nuestro país también es algo desgraciadamente normal. La separación en cachorros de su madre demasiado pronto puede llegar a tener consecuencias a largo plazo en el desarrollo fisiológico de los pequeños o incluso puede llegar a acarrear problemas de comportamiento derivados de una mala sociabilización en el animal.
Muchas organizaciones veterinarias o de bienestar animal recomiendan que los cachorros no se separen de sus madres hasta que tengan un mínimo 8 semanas (56 días) de edad. Además, en muchos países existen restricciones legales para la venta de un cachorro de menos de esta edad.
En España para el caso concreto de criaderos de perros, algunas comunidades prohíben la venta y/o adopción antes de 12 semanas, en otras incluso se amplía a 18 semanas; no hay una regulación común en todo el territorio e implica a la vez varios factores más.
En el estudio realizado en Reino Unido se recomienda que, a la hora de adquirir un perro, el comprador debería ver al cachorro con su madre. Los investigadores querían averiguar si había factores asociados con la adquisición de cachorros menores de 8 semanas sin que el nuevo propietario hubiera visto a la madre.
Los datos de dicho estudio se basaron en 2.392 cachorros recogidos entre el periodo de Mayo de 2016 y Febrero de 2019 como parte de lo que denominaron «Generation Pup», estudio a largo plazo en Reino Unido sobre la salud, el comportamiento y el bienestar de los perros.
Los datos recopilados en dicho estudio se obtuvieron a partir de tres cuestionarios. Un total de 1.844 cachorros fueron elegibles para su inclusión en el análisis final.
Las conclusiones del mismo fueron que 1 de cada 4 (461) cachorros había sido adquirido antes de las 8 semanas de edad, proporción que es considerablemente mayor que la que se había comunicado en periodos anteriores. Alrededor de 1 de cada 12 (149; poco más del 8%) se había adquirido sin ver a la madre del cachorro y únicamente 30 (un poco más del 1,5%) habrían sido adquiridos antes de tener las 8 semanas de edad y sin ver a la madre.
Factores asociados a la adquisición de cachorros a temprana edad.
Hay cinco factores asociados con la adquisición de un cachorro que no ha cumplido la edad recomendada. Según el estudio, los propietarios que visitaron al cachorro por lo menos una vez antes de llevarlo a su casa, tenían más posibilidades de adquirir el animal antes de las 8 semanas de edad. Este dato se podría deber a que no podían soportar irse sin llevarse el cachorro a casa o bien porque sentían que el cachorro era lo suficientemente mayor ( conclusión de los investigadores, a modo de explicación en dicho estudio ).
Los propietarios de perros cuya intención era utilizar su cachorro como perro de trabajo, por ejemplo para el trabajo en la policía o el ejército, como perro de búsqueda, rescate o como perro guardián, también tenían más probabilidades de adquirir su cachorro antes de que tuviera 8 semanas de edad.
Esta circunstancia podría deberse a que querían empezar el entrenamiento con el cachorro lo antes posible.
El estudio también reveló que las probabilidades de una adquisición temprana, aumentaban en paralelo con el número de perros que ya había previamente en el domicilio o si el perro era una mezcla de razas desconocidas.
«Los cachorros de razas mixtas pueden tener más probabilidades de haber sido criados por un criador aficionado que por uno con licencia, o ser el resultado de un apareamiento accidental», sugieren los investigadores. Todo apunta que los criadores aficionados no necesitan cumplir las mismas restricciones que los profesionales.
En España ocurre lo mismo pero insistimos que depende mucho de las leyes que hay en cada comunidad autónoma al no haber una regulación única para todo el territorio.
En el otro extremo, la probabilidad de adquirir un cachorro por debajo de la edad recomendada disminuyó a medida que aumentaba el nivel de ingresos anuales del hogar.
Los investigadores consideraron más probable que los futuros propietarios de perros atiendan más a la recomendación de ver al cachorro con la madre, que la de no adquirir al animal antes de las 8 semanas de edad.
«La separación temprana de un cachorro de su madre y de sus hermanos de camada es una estrategia de cría que puede aumentar las posibilidades de que el animal muestre conductas potencialmente problemáticas en la edad adulta», advierte la veterinaria Federica Pirrone de la Universidad de Milán.
Aparte, Federica Pirrone alerta sobre que «la aparición de comportamientos problemáticos es la razón más común por la que los perros son abandonados o incluso sacrificados en países donde está permitido «.
La separación temprana del cachorro y su madre perjudica a su desarrollo
Según los estudios, separar demasiado pronto al cachorro de su madre perjudica el desarrollo temprano del cerebro, lo que influye en la restricción de su capacidad de adaptarse a nuevos estímulos y de desarrollar habilidades sociales siendo adultos. Es más que probable que cuando el cachorro llegue a la edad adulta, muestre conductas relacionadas con el miedo y/o ansiedad, las cuales posteriormente los dueños suelen percibir como problemáticas, explica la veterinaria Federica Pirrone.
«Ver a la madre antes de comprar un cachorro permite al futuro propietario asegurarse de que no está estresada y de que no tiene problemas de comportamiento; a su vez ayuda a predecir que el cachorro no desarrollará problemas de comportamiento más adelante en la vida», señala la veterinaria.
Y concluye que, «por lo tanto, es esencial animar a los futuros propietarios a que estén bien informados sobre el comportamiento de los perros y a que sean conscientes de la importancia de una correcta socialización».
Por nuestra parte esperamos que a los futuros propietarios de perros os haya podido servir de ayuda a la hora de adquirir un nuevo miembro en la familia y resaltamos que la adopción es la mejor manera de hacerlo.